martes, 5 de enero de 2016

¿?

Un día de repente sin mayores vacilaciones, otra vez se hallaba escribiendo, esa vieja práctica sin sentido que solo por momentos le permitía respirar, y hoy justamente se encontró con la incertidumbre de las letras.

La lluvia caía disolviéndolo todo, una mujer corría de ella misma en medio de la tempestad, las gotas añoraban tocar su piel, pasando encima de los enkajes de su vestidura, ella sin sentirse observada solo limpiaba las lagrimas mezcladas con la lluvia ke caía de su rostro, la caricia imperceptible removió fragmentos de su alma ke se encontraban rotos antes del diluvio, suspiró con ese aliento vital que te otorga la edad, pensó ke lloraba sin que nadie la viera, sintió el disfrute infinito del desahogo. Más las gotas al roce de su cuerpo se erizaban, bailaban entre su pecho cálido, y se descolocaron al llegar a su cadera, formaron filas para bajar por sus piernas con la intención de acabar el mundo cuando lleguen a su talón. Se iban secando en medio de su piel impávida, sin llegar siquiera al orgasmo cósmico, maldiciendo el momento poético de caer sobre ella sabiendo ke ni sikiera llegarían a ser canción.