Clásico domingo por la tarde esperando el crespuskulo para dormitar temprano sin excusas y empezar el lunes kon más hastío ke de costumbre, entonces la luz se enciende de repente, una voz desconocida me cita a un enkuentro inesperado, acepto pues la necesidad de un sincero acompañamiento femenino me llama.
Kuando la veo, es una dama de negro hermosa kon un cabello lleno de círculos de fuego, kon unas manos kalidas y una mirada profunda ke me llena de vértigo, el kaminar por kaminar por la compañía y no por el destino, el estar, el sentir, el tener y no tener, el kerer, el pesar y en el no pensar besar... Unos labios kon sabor a sangre me rekuerdan lo ke se siente, un vacío en el ser se ha llenado de una llama violeta ke se aviva a kada caricia, a kada palabra, me kuesta creer en las palabras pero su cuerpo me komunika kariño, me dice ke kiere estar conmigo, ke este monstruo kon kolmillos grandes se encontró kon una ángel disfrazado, ke hay debajo del manto blanko??
El alargar el tiempo, otra vez pensando en el futuro, mejor el presente ese ke tengo, disfruto al máximo de ella, y ella disfruta de mí.
Las palabras otra vez retumban en la cabeza, las palabras hieren kuando las escuchas y las entiendes, las palabras matan, prefiero el silencio de la incertidumbre el no saber y sorprenderme kuando lo vea, prefiero el disfrute y no el mañana.
El ángel disfrazado me busca y lo busko, nos encontramos, nos envolvemos y nos amamos...
Un ángel disfrazado me despertó un domingo en la tarde, me libero y me consumió komo recompensa. En realidad me gustaría ke todo esto no hubiera sido un sueño.
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