UNA MAÑANA EN LA PLAZA GRANDE

Detrás del tatuaje en la piel, la falda korta, el kabello pintado, su pekeño bolso y la sonrisa fácil, se eskonde un alma, una vida, una historia, muchas horas de sexo sin sentido o mas bien solo kon sentido komercial…sin pasión. Agujereada la máskara sus lágrimas korren dejando ríos salinos en su rostro mientras sus palabras narran como su novio proxeneta la inicio en el oficio, luego ella se kedó por pereza, gusto, necesidad y sobre todo por desamor.
Kon una sonrisa burlona me kuenta ke se vengó del infeliz dejándole en medio de un charko de sangre después de brindarle varias puñaladas, orgullosa saka el cuchillo de su bolso y me lo enseña komo un trofeo de guerra. Me kedo kon varias preguntas rondando mi kabeza ella se despide cariñosa y se va junto kon el primer cliente de la mañana y solo me kedo viendo komo la imagen de sus siluetas se alejan por la kalle de las siete cruces.